Los antihéroes, en muchas ocasiones, representan los mejores ejemplos de cómo uno debería comportarse en una sociedad que per se, está contaminada, estrangulada y adormecida. Porque quien acepta vivir bajo las reglas de una sociedad ridícula, inestable y doble moralista, está condenado a perpetuar la farsa de esa sociedad enferma.
El antihéroe se define, de acuerdo con José Luis González Escribano como ”el que no subscribe los valores asociados con el héroe, sino otros, que no tienen que ser negativos, sino que pueden ser simplemente distintos, aunque igual de positivos, [...] desde otros puntos de vista.” (1981, p. 376).
Mientras que los héroes “son imágenes de nosotros mismos e intervienen en la narración en calidad de personas, permitiendo, al mismo tiempo, que el relato adopte, en nuestra imaginación características plenamente humanas [...] Son el punto de referencia de todo relato [...] nos ayudan a reflexionar sobre en qué o en quién debemos convertirnos” (Bruce Meyer, 2008, p.14). Asimismo se caracterizan por obedecer a valores universales, como lo son el amor, la familia, el perdón, la amistad, la lealtad, entre otros. Los cuales enseñan o hacen reflexionar al lector acerca de su comportamiento en sociedad.
Por lo cual, el cuento de La debutante de la autora Leonora Carrington, es un buen ejemplo para hablar de antihéroe, o en este caso anti-heroína. En el relato se lee sobre una joven que va en contra de los preceptos sociales establecidos, una protagonista que busca respeto para su forma de pensar, quien no gusta de estar en sociedad y menos de obedecer a sus actividades y reglas burguesas.
En este cuento, la protagonista anti-heroína cuenta con una fiel amiga, una hiena que gusta de comer personas. Mientras la bestia reemplaza el lugar de la joven en sus cenas de presentación social, la chica puede disfrutar del tiempo libre, sin presiones y reglas que le parecen absurdas. El cuento no da señas de valores negativos, sino como dice González Escribano, refleja valores positivos desde el punto de vista de Leonora Carrington, quien hace una crítica a la sociedad en la que se encontraba inmersa durante su niñez y adolescencia (1934), sociedad que la obligaba a ser cara de jovencita educada, cuando ella se sentía hiena salvaje.
Con un bello estilo surrealista, propio de la pintora y escritora inglesa, pero con nacionalidad mexicana (1917- 2011), su cuento es un rechazo a las reglas y la hipocresía social. A través de las acciones de la anti-heroína se vislumbra una reflexión acerca de la validez de las instituciones sociales, como la familia que obliga a sus hijos a acatar las normas para conservar la pureza de la vida social.
Demos gracias a todos esos antihéroes, y muchas más a esas anti-heroínas que se cuestionaron qué es lo "correcto".
FUENTES:
Meyer. B. Héroes, los grandes personajes del imaginario de nuestra literatura. España. 2008. Ediciones Siruela. p. 343.
González Escribano. J. “Sobre los conceptos de héroe y antihéroe en la literatura”. 1981. España. p. 365 - 408.
Meyer. B. Héroes, los grandes personajes del imaginario de nuestra literatura. España. 2008. Ediciones Siruela. p. 343.
González Escribano. J. “Sobre los conceptos de héroe y antihéroe en la literatura”. 1981. España. p. 365 - 408.