ENRIQUE METINIDES
Conocido como el “fotógrafo de las tragedias” Enrique Metinides, es el gran protagonista de la exposición El hombre que vio demasiado, ubicada en el Museo Fotográfico de Cuatro Caminos.
De nacionalidad mexicana, su primera visión la tuvo en 1934, año en que nació. Le apodaron “el niño” por comenzar su carrera fotográfica a tan corta edad, entre los diez y los doce años, en aquella época de los años cuarenta. Gracias a su fascinación por las películas de gangsters, empezó a tomar fotos de accidentes automovilísticos cerca de colonias Morelos y Doctores, en todas trató de imitar los encuadres de esos filmes que tanto le apasionaron.
La particularidad de ser un niño fotógrafo, le brindó su primer y permanente trabajo, hacer fotos periodísticas para La Prensa, Zócalo, Crimen y el Alarma, siendo el primero de ellos, su alma mater.
Asimismo el contacto con sus amigos paramédicos y algunos más en los Ministerios Públicos, le ayudaron a estar en los momentos correctos y justos de los accidentes.
La narración de Enrique Metinides es única, si su trabajo era fotografiar los accidentes, las tragedias y el dolor, él transforma el mero documento a una expresión en foto de la fragilidad de la vida humana y su delgada línea con la muerte. Sus fotos, mayormente dotadas de una excelente composición, dan cuenta del impacto que tiene la muerte sobre quienes la viven de cerca. Algunas de sus fotografías muestran el rostro de familiares destruidos a consecuencia de observar la trágica partida de un ser querido, otras más dan cuenta del asombro y la aparente indiferencia de las decenas que observan callados los accidentes, los mirones.
Así la exposición nos va contando algo de la vida de Metinides de forma cronológica. Se puede observar cómo, a lo largo de los años, el talento nato de este personaje fue cobrando sentido y significado para la ciudad. No sólo para el periódico para el que trabajó durante cincuenta años, La Prensa, sino para aquellos retratados, a quienes alguna de sus fotografías ayudó a denunciar un delito, a una captura un criminal, o a dar a conocer una amenaza potencial.
Conocido como el “fotógrafo de las tragedias” Enrique Metinides, es el gran protagonista de la exposición El hombre que vio demasiado, ubicada en el Museo Fotográfico de Cuatro Caminos.
De nacionalidad mexicana, su primera visión la tuvo en 1934, año en que nació. Le apodaron “el niño” por comenzar su carrera fotográfica a tan corta edad, entre los diez y los doce años, en aquella época de los años cuarenta. Gracias a su fascinación por las películas de gangsters, empezó a tomar fotos de accidentes automovilísticos cerca de colonias Morelos y Doctores, en todas trató de imitar los encuadres de esos filmes que tanto le apasionaron.
La particularidad de ser un niño fotógrafo, le brindó su primer y permanente trabajo, hacer fotos periodísticas para La Prensa, Zócalo, Crimen y el Alarma, siendo el primero de ellos, su alma mater.
Asimismo el contacto con sus amigos paramédicos y algunos más en los Ministerios Públicos, le ayudaron a estar en los momentos correctos y justos de los accidentes.
La narración de Enrique Metinides es única, si su trabajo era fotografiar los accidentes, las tragedias y el dolor, él transforma el mero documento a una expresión en foto de la fragilidad de la vida humana y su delgada línea con la muerte. Sus fotos, mayormente dotadas de una excelente composición, dan cuenta del impacto que tiene la muerte sobre quienes la viven de cerca. Algunas de sus fotografías muestran el rostro de familiares destruidos a consecuencia de observar la trágica partida de un ser querido, otras más dan cuenta del asombro y la aparente indiferencia de las decenas que observan callados los accidentes, los mirones.
Así la exposición nos va contando algo de la vida de Metinides de forma cronológica. Se puede observar cómo, a lo largo de los años, el talento nato de este personaje fue cobrando sentido y significado para la ciudad. No sólo para el periódico para el que trabajó durante cincuenta años, La Prensa, sino para aquellos retratados, a quienes alguna de sus fotografías ayudó a denunciar un delito, a una captura un criminal, o a dar a conocer una amenaza potencial.