Gorros de marinero en tres de cada diez cabezas juveniles inundan la calle Dakota en la colonia Nápoles.
El comercio siempre es parte importante del panorama nocturno: puestos de lona y conexiones de luz improvisadas se extienden frente al recinto para ofrecer playeras de diversos colores con el logotipo "oficial" de la banda, nunca faltan las pulseras, tazas, gorras y colgantes con impresiones de bajo costo pero alto precio a la venta. Los infaltables revendedores y vendedores de esquites aprovechan la multitud, es día de concierto.
Never Shout Never (NSN) se presenta por tercera vez en la Ciudad de México y los fanáticos adolescentes, gritan, se desmayan, lloran, las chicas suspiran, bailan, brincan, algunos enloquecen, la mayoría corea cada letra de cada canción. Acompañados por sus padres o los amigos no tan fanáticos, se reúnen una hora para convivir una vez más con el ritmo y la música folk de la agrupación estadounidense.
Un setlist con clásicos de NSN como On the Bright Side, What is love? o Trouble, hace retumbar con sus primeros acordes las paredes azules del Pepsi Center. Además, una o dos canciones de sus discos Time Travel, Indigo y el último, Sunflower, provocan que los asistentes levanten sus celulares para capturar videos o fotografías de Christofer Drew, Hayden Káiser, Taylor Macfee y el nuevo guitarrista, Ian Crawford.
En esta ocasión las aglomeraciones son inexistentes, debido a que los organizadores del evento optaron por incorporar filas con asientos, así como secciones específicas con diferentes precios, desde los $350 hasta los $550 . A diferencia del José Cuervo Salón, sitio en el cual anteriormente se presentaron, donde el lugar para disfrutar el concierto se regía por quien llegará más temprano a formarse para la fila de entrada o aquel con más habilidad para llegar a golpes y empujones al filo del escenario.
Asimismo, se rifa un M&G para conocer a los músicos y tomarse una foto con ellos, todos pueden participar, la dinámica es sencilla, se registra el boleto en la puerta de acceso y listo. Sin embargo, se le informa al público que llega puntual al inicio del espectáculo (21:00) que los ganadores ya fueron anunciados y que el concurso terminó. Cabe resaltar que dichas condiciones nunca fueron mencionadas con anterioridad. Mientras otros, se dan el privilegio de abrazar al aclamado e idolatrado Chris Drew y los demás integrantes de NSN por un costo de $600, gracias a Zepeda Bros, organizador de conciertos.
El comercio siempre es parte importante del panorama nocturno: puestos de lona y conexiones de luz improvisadas se extienden frente al recinto para ofrecer playeras de diversos colores con el logotipo "oficial" de la banda, nunca faltan las pulseras, tazas, gorras y colgantes con impresiones de bajo costo pero alto precio a la venta. Los infaltables revendedores y vendedores de esquites aprovechan la multitud, es día de concierto.
Never Shout Never (NSN) se presenta por tercera vez en la Ciudad de México y los fanáticos adolescentes, gritan, se desmayan, lloran, las chicas suspiran, bailan, brincan, algunos enloquecen, la mayoría corea cada letra de cada canción. Acompañados por sus padres o los amigos no tan fanáticos, se reúnen una hora para convivir una vez más con el ritmo y la música folk de la agrupación estadounidense.
Un setlist con clásicos de NSN como On the Bright Side, What is love? o Trouble, hace retumbar con sus primeros acordes las paredes azules del Pepsi Center. Además, una o dos canciones de sus discos Time Travel, Indigo y el último, Sunflower, provocan que los asistentes levanten sus celulares para capturar videos o fotografías de Christofer Drew, Hayden Káiser, Taylor Macfee y el nuevo guitarrista, Ian Crawford.
En esta ocasión las aglomeraciones son inexistentes, debido a que los organizadores del evento optaron por incorporar filas con asientos, así como secciones específicas con diferentes precios, desde los $350 hasta los $550 . A diferencia del José Cuervo Salón, sitio en el cual anteriormente se presentaron, donde el lugar para disfrutar el concierto se regía por quien llegará más temprano a formarse para la fila de entrada o aquel con más habilidad para llegar a golpes y empujones al filo del escenario.
Asimismo, se rifa un M&G para conocer a los músicos y tomarse una foto con ellos, todos pueden participar, la dinámica es sencilla, se registra el boleto en la puerta de acceso y listo. Sin embargo, se le informa al público que llega puntual al inicio del espectáculo (21:00) que los ganadores ya fueron anunciados y que el concurso terminó. Cabe resaltar que dichas condiciones nunca fueron mencionadas con anterioridad. Mientras otros, se dan el privilegio de abrazar al aclamado e idolatrado Chris Drew y los demás integrantes de NSN por un costo de $600, gracias a Zepeda Bros, organizador de conciertos.